domingo, 7 de noviembre de 2010

El E-Prime

El E-Prime, o la abolición de todas las formas del verbo “ser”, tiene su origen en el campo de la semántica general, tal y como fue presentada por Alfred Korzybski en su libro Science and Sanity (1933).
Korzybski señaló las trampas asociadas a, y producidas por, los dos usos de “ser”: identidad y predicación. Su alumno D. David Bourland Jr., observó que, aun las personas muy conscientes de la lingüística, no parecen ser capaces de evitar los usos predicativos y de identidad de “ser”. Bourland abrió una brecha al demostrar que se puede hablar y escribir prescindiendo de las formas de “ser”, llamando este subconjunto del idioma inglés E-Prime. Muchos han insistido en el uso del E-Prime en la redacción de documentos científicos y técnicos. El doctor Kellogg es el principal exponente de esta actividad. El doctor Albert Ellis ha reescrito cinco de sus libros en E-Prime, en colaboración con el doctor Robert H. Moore, para mejorar su claridad y cosechar los beneficios epistemológicos de esta revisión lingüística. Korzybski afirmaba que todo humano debería tomar clases de semántica general a partir de la escuela primaria, a modo de “higiene semántica” contra las formas más frecuentes del error lógico, distorsión emocional y “pensamiento demoníaco”. El E-Prime ofrece una sencilla técnica de entrenamiento para adquirir una higiene semántica tal.
Para entender el E-Prime, considere el cerebro humano como un ordenador. (Observe que no digo que el cerebro “es” un ordenador). Como dice la primera ley de los ordenadores, BASURA ENTRA, BASURA SALE (BABA, para resumir). Un software incorrecto garantiza respuestas incorrectas. Recíprocamente, hallar el software correcto puede resolver “milagrosamente” problemas que parecieran insolubles con anterioridad.
Parece que el principal software utilizado por el cerebro humano consiste, en general, de palabras, metáforas, metáforas enmascaradas y estructuras lingüísticas. La hipótesis de Sapir-Whorf-Korzybski en antropología, sostiene que un cambio en el lenguaje puede alterar nuestra percepción del cosmos. Una revisión de la estructura del lenguaje, en particular, puede alterar el cerebro tan dramáticamente como un psicotrópico. En nuestra metáfora, si cambiamos el software, el ordenador opera de modo distinto.
Considere la siguiente lista de proposiciones, donde el castellano normal alterna con el castellano del E-Prime:
1A. El electrón es una onda.1B. El electrón se ve como una onda cuando se lo mide con el instrumento -l.
2A. El electrón es una partícula.2B. El electrón se ve como una partícula cuando se lo mide con el instrumento -2.
3A. John es apático e infeliz.3B. John se ve apático e infeliz en la oficina.
4A. John es radiante y alegre.4B. John se ve radiante y alegre de vacaciones en la playa.
5A. Éste es el cuchillo que el primer hombre usó para apuñalar al segundo hombre.5B. Parece que el primer hombre apuñaló al segundo hombre con lo que para mí, se veía como un cuchillo.
6A. El coche involucrado en el atropellamiento fue un Ford azul.6B. Creo recordar el coche involucrado en el atropellamiento como un Ford azul.
7A. Es una idea fascista.7B. Me parece una idea fascista.
8A. Beethoven es mejor que Mozart.8B. En mi actual estado mixto de educación musical e ignorancia, Beethoven me parece mejor que Mozart.
9A. Es una película sexista.9B. Me parece una película sexista.
10A. El feto es una persona.10B. En mi sistema de metafísica, clasifico el feto como una persona.
Todas las afirmaciones del tipo “A” (castellano normal) asumen implícita o explícitamente la visión medieval llamada “esencialismo aristotélico” o “realismo ingenuo”. En otras palabras, asumen un mundo construido de entidades-fijas, con “esencias” interiores o espectros -“fantasmas en la máquina”. Las del tipo “B” (E-Prime) reescriben estas frases de una manera isomorfa a la ciencia moderna, aboliendo primero el “es” de la esencia aristotélica y reformulando cada observación en términos de señales recibidas e interpretadas por un cuerpo (o instrumento) moviéndose en el espacio-tiempo.
La relatividad, la mecánica cuántica, grandes secciones de la física general, la psicología perceptiva, la sociología, la lingüística, la matemática moderna, la antropología, la etología y muchas otras ciencias, cobran perfecto sentido cuando se las trata con el software del E-prime. Todas estas ciencias generan paradojas, algunas al borde del “sin sentido” o la “incoherencia”, si se intenta llevarlas de nuevo hacia atrás, al software del castellano normal.
El lector/a puede emplear su propio ingenio para analizar cómo la “es-idad” crea túneles de realidad falsos y cómo el E-Prime nos devuelve a lo científico, operacional, existencial, fenomenológico -a lo que los humanos y sus instrumentos se dedican en el espacio-tiempo, cuando generan observaciones, percepciones, pensamientos, deducciones y las Teorías Generales.
Me he dado cuenta que, en ciertas ocasiones, cuando me hallo confundido por un problema en ciencia, en “filosofía”, o en la vida cotidiana, llego a su inmediata compresión apuntando lo que sé acerca del enigma en estricto E-Prime. A menudo, las soluciones aparecen enseguida –tal y como ocurre cuando quita el software “malo” y coloca el software “correcto” en su PC. En otros casos, consigo al menos una visión de por qué el problema permanece insoluble, y donde y cómo la ciencia futura podría hacer para encontrar una respuesta. (Esto ha contribuido, en gran medida, a mi siempre creciente agnosticismo con respecto a los problemas políticos, ideológicos y religiosos que generan aún la mayor pasión en este planeta primitivo).
Cuando una proposición resiste todos los esfuerzos de reescritura en una forma consistente con lo que llamamos E-Prime, muchos la consideran “sin sentido”. Korzybski, Wittgenstein, los positivista lógicos y (a su modo) Niels Bohr sostuvieron este punto de vista. Coincido con su veredicto (qué condena el 99 por ciento de la teología y 99.999999 por ciento de la metafísica a la categoría de Ruido en lugar de Significado) .Por ahora, basta señalar que los que fervorosamete creen proposiciones aristotélicas tales como “un pedazo de pan, bendecido por un sacerdote, es una persona (que murió hace dos mil años)”, “la bandera es un ser viviente” o “el feto es un ser humano” parecen, en general, no estar en su sano juicio con respecto a las normas científicas del siglo XX.

Hacia la comprensión del E-Prime. Por Robert Anton wilson
Artículo completo en:
http://zonadecaos.com/Blog/?p=711

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