Tu dolor no es más que la ruptura del cascarón que encierra tu entendimiento.
Kahlil Gibran
Es imposible vivir en profundidad y no sentir dolor ni pasar por épocas de crisis, depresiones o cambios que producen transtornos importantes. Aunque esto es evidentemente inevitable, no siempre es tan obvio el papel decisivo que tienen el dolor y las crisis en el proceso de crecimiento y de evolución. Así como algunas personas se desmoronan por completo y jámas consiguen superar las épocas difíciles, muchas otras emergen del conflicto y de la desorientación con un sentimiento renovado de lo que podríamos llamar "lo sagrado" en la vidda, y con una sensibilidad para con los demás sumamente enriquecida.
En la antigua China tenían una expresión muy justa para hablar de crisis: wei-chi, una combinación de las palabras wei (peligro) y chi (oportunidad).Una crisis puede ser considerada como una catástrofe, como algo terrible que hay que evitar a cualquier precio, pero también se la puede entender como un momento decisivo, un paso o una etapa crítica dentro de nuestra
evolución, es decir, como la posibilidad de que suceda algo nuevo, una oportunidad para conformarse y cambiar.Es muy humano retroceder ante las situaciones dolorosas y estar ansioso de que las cosas vuelvan a ser tal como eran antes de la crisis. Y sin embargo, también es posible usar esas ocasiones como oportunidades para evolucionar y crecer, para aprender más sobre la vida y sobre nosotros mismos. Algo se mueve, pero también nace algo nuevo. Nada permanece tal como era: nos quedamos sin lo viejo, pero es probable que emerja algo diferente.
Howard Sasportas
Londres 1988
De la Introducción, pag.9.Los Dioses del Cambio.El dolor, las crisis, y los tránsitos de Urano, Neptuno y Plutón. Ed. Urano.1990
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